Con motivo de las elecciones
regionales del 5 de octubre, Cajamarca se ha vuelto a poner de moda. Los
principales diarios limeños, sus columnistas, los invitados, los opinólogos de
toda la vida, han vuelto a escribir y a lamentar el triunfo de Gregorio Santos.
Que si Santos está en la cárcel, que si no podrá gobernar, que si se victimizó,
que si el culpable del triunfo de Santos es el gobierno, que si las inversiones
mineras peligran, que si Yanacocha, que si los anti mineros, que si hay que
solucionar ya el problema, que si la mano dura, que si Conga va, que si no, etc, etc.
¿Y la Democracia?
Nada han dicho de la libertad de
los cajamarquinos de elegir a quien ellos deseen como su presidente. 50% de
todo Cajamarca elige a Santos, después de años de la monserga capitalina de que Santos no representaba a nadie y que todo era cosa de violentistas. Es que
finalmente las elecciones y la reacción de la prensa limeña, sirven para desenmascarar
a ciertas gentes. La democracia que tanto cacarean y que no defendieron, por
ejemplo cuando la dictadura de Fujimori, la democracia digo, no les importa. Es
buena cuando ganan ellos. Cuando pierden, es lo último que invocan, es un
estorbo. Es un chiste oírlos. Sólo hablan de Conga y del oro. Pero claro, ellos no hablan ni escriben para
nosotros, ellos hablan y escriben para una masa acrítica, aceitada por
programas estupidizantes, por cómicos estupidizantes, por series del mismo
calibre. Allí están “Esto es Guerra”, Carlos Álvarez, Al Fondo Hay Sitio, para
cumplir con su rol de estupidización de nuestra sociedad. Es más, ni siquiera hablan para Cajamarca, esa batalla la dan por perdida. Hablan para Lima. Controlar la opinión pública limeña es su objetivo. ¿Por qué hablan de Santos si éste no puede gobernar ahora? Por que satanizando a Santos se sataniza a los opositores a Conga. Esa es la cuestión.
¿ Por qué sólo Cajamarca importa?
Por qué no muestran estos opinólogos
y líderes de opinión, adalides del desarrollo cajamarquino que vendrá con Conga, la misma preocupación dedicándose a opinar de Huancavelica, aquella tierra que Federico Salas puso
sobre el tapete con su marcha de los caballos; ¿por qué no muestran esa
preocupación por Ayacucho, tierra que vio nacer la violencia en los años ochenta? ¿Por qué no se preocupan por Huánuco, Apurímac, Moquegua, Ucayali, Junín,
Pasco? ¿Por qué la reiterada, machacona y exclusiva preocupación por
Cajamarca? “Cajamarca está en la pobreza por culpa de Santos, de los anti mineros,
de los revoltosos”, dicen. ¿Y la pobreza de otras regiones? Ah, no, esa pobreza
no les importa, allí no hay un Santos, no hay anti mineros, no hay revoltosos. Lo
único que les interesa es el oro de Cajamarca y por ello la cantaleta cansina y
repetitiva. La misma ciega ambición de los Pizarro y los Almagro, la cultivan
hoy los grupos de poder que esperan echar mano del oro de Cajamarca.
Pero Yanacocha no es una novedad
en Cajamarca. Tiene más de 20 años allí explotando el oro con la promesa de
acabar con la pobreza. Según unas cifras que encontré en La República, basadas
en datos de FONCODES y el censo del año 2007, hasta el 2012 en Cajamarca el 59%
de la población no tenía luz eléctrica, 26% no tenía agua, y había 38% de
desnutrición. Como se ve, en los 20 años pasados de explotación de Yanacocha,
no se avanzó mucho. Por eso las promesas nuevas no las cree la población. No
hacen falta “agitadores”, Yanacocha se basta sola para desprestigiarse.
Soluciones desde la Derecha
Rosa María Palacios, con cuyas
ideas políticas estamos muy distantes, hace algún tiempo sugería que las cosas
deberían ser como en EEUU. Es decir, la riqueza o pobreza del subsuelo, debe
ser para el propietario del suelo. Hoy en día una persona es propietaria del
suelo que compra, pero si debajo hay oro o petróleo, este es del estado. Y
claro, si es del estado se puede “concesionar” y si se puede concesionar se
puede entregar a las grandes compañías nacionales (generalmente limeñas) o
extranjeras (asociadas con compañías limeñas con participación minoritaria), y
una vez concesionada la riqueza de esa tierra, que se sepa nunca limeña,
revertirá a Lima o aún al extranjero. Esa es la forma en que Lima se ha
apropiado por cientos de años de la riqueza de los demás pueblos del Perú. Es
la forma en que la riqueza de los pueblos va a inflamar el crecimiento y lujo y
vanidad limeñas y aún extranjeras, pero jamás sirve para financiar el
desarrollo y el crecimiento locales. Eso es lo que pasa en Cajamarca. Y es lo
que ha pasado en todo el Perú por cientos de años.
¿Quién pone el cascabel al gato?
¿Cómo convencer a los grupos de poder, que gobiernan desde las sombras y tienen
todos los recursos para impedirlo, de permitir que sean las regiones, las
ciudades y las personas las poseedoras del suelo, las que usufructúen las
riquezas del subsuelo, exactamente como ocurre en los EEUU, tierra de la
libertad? ¿Por qué en otras cosas son tan buenos alumnos de los norteamericanos
y en esta no los copian para nada? Si la riqueza fuera para los propietarios
del suelo ninguna inversión minera estaría bloqueada. Debe haber un estado
fuerte que haga cumplir las normativas ambientales, estudios de impacto
ambiental, licencia social, todo. Pero los primeros interesados en la
explotación de los recursos serían los pueblos, apropiadamente asesorados desde el estado o desde la sociedad civil. El oro de Cajamarca para los cajamarquinos.
Pueblo Libre, 23 de octubre del 2014
Hola y gracias de antemano!!.Me gustaria saber cual fue el medicamento que tomaste mas de lo debido que te causo la fibromialgia.Ojala me puedas ayudar.Bendiciones.Paola
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