domingo, 6 de noviembre de 2011

Frau Maria Egg – El Albergue (en Pozuzo, Perú)

Albergue de María Egg
En un punto de la calle Los Colonos, a un costado de la agencia de transportes del lugar, un letrero dice “Frau María Egg – Albergue familiar”. Ingresar es entrar de lleno al reino de la vegetación y la naturaleza. Se asciende por una rampa natural de algunas decenas de metros, para luego tomando la mano izquierda, llegar a una explanada verde desde la que se miran los bungalows de madera que componen el albergue construido por Maria Egg, una dama cautivante y emprendedora del turismo. Allí se puede respirar aire verdaderamente puro, relajarse, olvidar las preocupaciones, sentirse en armonía con la naturaleza.

María Egg atiende personalmente
El albergue puede recibir entre 20 a 30 personas cómodamente instaladas, según la época del año. Gracias al uso no contaminante de paneles solares, los huéspedes cuentan con varios cientos de litros de agua caliente para su uso. También se tiene una vista privilegiada de las montañas que rodean al pueblo y que le dan al mismo un carácter tan peculiar. El albergue cuenta además con una zona común,  en la que los visitantes pueden beber, comer, navegar en internet o hacer lo que mejor prefieran, en total armonía con la naturaleza.

Bungalows rodeados de bosques naturales
                
María Egg ofrece a sus huéspedes caminatas guiadas y visitas a casas de familias pozucinas en las que se puede participar de las costumbres de la gente del lugar. Una de esas caminatas, en la cual se atraviesa el puente colgante Emperador Guillermo I, nos lleva luego de casi media hora de camino a visitar la antigua casa familiar en la que nació y creció María Egg junto a sus 10 hermanos. Es una amplia casa de cuatro pisos de madera,  construida por sus padres hace más de 50 Años en el sector conocido como Palmatambo.  Cuenta con largos corredores, una gran chimenea, y es de las pocas casas típicas que existen en Pozuzo.  Actualmente está en proceso de restauración. 


                Frau María Egg conoce y comparte con sus huéspedes la historia de su gente, los colonos austro-alemanes que vinieron en 1859 desde Europa y fundaron el Pozuzo actual. Es una historia fascinante de sacrificio y valor. María la cuenta con la sencillez de los grandes comunicadores y responde todas las preguntas con acierto y verdad. Hace casi 12 años regresó de Lima, donde estuvo 17 años, para montar el albergue que hoy atiende personalmente. Le gusta lo que hace. “El cliente tiene la razón, si hay una crítica, aceptar todo, con eso uno mejora” dice. Cómo ganarse al cliente, le pregunto. “Ser uno misma” responde sin dudar. Y así lo ha hecho durante las casi dos horas de conversación que hemos sostenido y los 12 años de experiencia que acumula. Para terminar me cuenta que un grupo de turistas extranjeros se fue el día anterior. Como en dias anteriores les preparó el desayuno con leche fresca. Panes, queso, mantequilla, hechos en casa. Como despedida preparó también Lasaña y Pizza. Sus invitados le dijeron que “era el mejor desayuno de todo el Perú”. “Quizás no lo sea”, consiente ella, “Pero se notaba que les gustó, estaban contentos” “Eso me da satisfacción”
Preciosa vista de otro Bungalow

                Frau Maria Egg tiene un albergue hermoso, como ella misma. Dan ganas de regresar ya.

Pozuzo dia 1, 24 de octubre del 2011

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