Es verdad, me siento a la máquina, miro la pantalla, apoyo los dedos en el teclado y nada. Las ideas no vienen. Reviso noticias, leo revistas, libros, y nada. Las Musas me han abandonado. No es que particularmente anduvieran nunca encantadas conmigo, apenas si aprendo a escribir, lo confieso, pero esta vez me dan la lección, ni el soborno con el clásico método de mirar la página en blanco hasta que las ideas vengan ha funcionado. Incluso han venido (las ideas, no las musas), pero tan luego empiezo a escribir, ¡zas! , no me gusta, falta el calor, Calíope y sus hermanas no vienen en mi ayuda.
Las imagenes arriba muestran como actúan las bombas de racimo. Porque en tanto vuelven las hijas de Zeús compruebo que los europeos andan matando gente en Libia en nombre de la vida. Yo pensaba que los pisoteos al significado de las palabras eran cosa de cobrador de micro limeño (ya saben, aquello de “Micro vacío” cuando éste está lleno). Pero no, y se lo toman en serio, en nombre de defender la vida arman a los buenos para asesinar a los malos, a los que además vendieron miles de millones de dólares en armas hasta ayer nomás, como sabemos por aquello de las bombas de racimo españolas matando libios. ¡Qué bonita forma de hacer negocios¡ ¡De defender la vida¡ ¡Olé¡ Y además, dale con invertir el significado de las palabras, dicen que no buscan acabar con la vida de Gadafi, pero ya bombardearon varias veces sus palacios y hasta le mataron a un hijo. ¡Qué sería si quisieran matarlo! Los europeos cada cierto tiempo añoran ensangrentar alguna nación, alguno que otro país, algún bosque demasiado verde; como que la visión de la sangre los excita, los hace sentirse poderosos. Sarkozy anda por allí como poseído por Napoleón, es el más excitado, y Zapatero no se queda atrás, cada día se parece más al Aznar socio de Bush en lo de Irak; la madre patria, siempre activa en aquello de los genocidios, si no lo sabremos por estas tierras, que hablen Atahualpa y Moctezuma y las decenas de millones de muertos. Ayer lo hacían para llevar la cruz, hoy para defender la vida. ¡Por Dios, no nos quieran tanto, nos abruman¡
Mientras tanto he debido visitar a un médico, uno de esos con título de universidad y colegiatura y todo, de los que me cuido muy bien. Pero no tan bien por lo visto, esta vez caí en sus manos. Doctor, tengo una comezón en el cuero cabelludo (no eran bichos, lo juro). Me mira al rostro, toma un pequeño formulario impreso y empieza a marcar varios cuadritos con un vistoso √ en su interior. Hágase estos análisis, ¿Doctor, no me mirará el cuero cabelludo?, No es preciso. Leo el formulario: Hemoglobina, Hematocrito, RPR cualitativo y cinco cosas más. Después de pagar muy caro todo ello regreso con los resultados, Ah, está bien todo, dice, Tómese unas vitaminas. Digo yo, como que los médicos están haciendo una fortuna y pasando por profesionales muy exitosos para tan poco trabajo. Esto ya es una pandemia, así están todos los de Hipócrates, es peor que la gripe porcina o la aviar y hasta creo más mortal. No les vendría mal señores galenos esforzarse un poco, tener algo de sangre en la cara. Ya les caeré con otro post, un exclusivo, y lo enviaré al tal Assange de los Wikileaks y lo publicarán en todo el mundo...!Ya verán!
Y bueno, no hay caso, las Musas están de fuga, de parranda, o de orgía, son tiempos violentos ya se ha visto, habrá que arreglárselas con su ausencia y tratar de escribir algo mañana, algún día, por respeto a los lectores, a uno, ya son casi catorce dias sin escribir palabra; en una de esas, y las Musas se dejan sobornar.
Pueblo Libre, 16 de mayo del 2,011, (en ausencia de las musas)
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