martes, 30 de agosto de 2011

Steve Jobs: Seguid Hambrientos, Seguid Alocados


Es increíble cuanta gente no conoce a Steve Jobs. He interrogado montones de veces a gente del mundo de la informática y de los negocios y la respuesta es la misma ¿Quién es ese? Será un símbolo de nuestro atraso, o precisamente de la incomunicación a la que nos orillan los medios de comunicación y la tecnología, pero es la verdad. Como también es verdad que Steve vive más cerca de nosotros de lo que podemos imaginar.

Jobs sorprendió al mundo con el Iphone
                 Cada vez que usamos un mouse o damos clic a un ícono en la PC, Jobs está cerca de nosotros. Y cuando usamos un sistema de ventanas en un computador. Son todas creaciones de él, como las más de trescientas patentes que personalmente tiene registradas en los EEUU. Hay tantas formas de enfocarlo que necesitaría escribir muchos post para siquiera acercarme a explicar quién es Jobs. Algunos dirán, es el dueño de Apple; es verdad, pero no es todo ni lo más importante. Otros dirán, es un déspota, un abusivo; quizás sea verdad, pero no lo es más que cualquier gerente de cualquier lado. Otros dirán que es un genio; y es una verdad insuficiente, porque no hay forma de abarcar a Jobs.
                Hace pocos meses la empresa que fundará siendo casi un adolescente superó a Microsoft en capitalización bursátil y no ha parado de crecer, hasta sobrepasar por momentos a Exxon, la más cara del mundo. Lo ha logrado tras el retorno de Jobs a Apple en 1997, de la que fue lanzado en 1985. La retomó casi quebrada y la ha puesto en la cima del mundo en sólo 12 años. Todo lo que Jobs crea o toca se convierte en oro. Él entendió antes que nadie que las computadoras podían ser personales, cuando se pensaba que éstas estaban hechas para ser enormes monstruos al interior de universidades, grandes corporaciones e institutos de gobierno. Jobs las creó pequeñas y cambió al mundo. Ahora último ha decidido un nuevo cambio: el Ipad, que será la sepultura de la computadora personal. En el interín creo el Ipod, el Iphone, la Imac; y fundó la compañía Pixar con la que pergeñó la primera película diseñada íntegramente por computadora: Toy Story. Todos sus productos llevan la impronta de Steve: funcionalidad y belleza. Hay que usar alguna vez el teclado de una Mac, para saber qué de estamos hablando en cuanto a ambas características.

                Pero Jobs pudo ser un maleante, un delincuente, un abusador o criminal. A diario vemos personas que se cobran revanchas contra el mundo asesinando gente por doquier. Allí está como ejemplo el asesino de Oslo, con sus casi 90 muertos a tiros. Jobs debió pasar una vida de pobre, abandonar la universidad por carencias económicas, crear una empresa y ser despedido de ella, ser traicionado por su gente, luchar contra un cáncer. Pese a lo anterior algunos sólo lo acusan de autoritario. Los más lo acusan de genio, de mago, de intuitivo y rey Midas. Es un hombre que ha luchado contra la adversidad con toda la pasión que ha podido durante toda su vida y lo continúa haciendo.  Su revancha contra la adversidad ha sido una vida apasionada y su decisión de cambiar el mundo con productos innovadores y perfectos que son preferidos cada vez más. Como el Ipod, que hicieron suyo los jóvenes universitarios norteamericanos antes que nadie. 


                 Jobs no es un pueril vendedor de chucherías electrónicas. Su discurso en Stanford del 2005 ha pasado a la historia y en él da cuenta de su filosofía de vida y misticismo. No es un cazador de dinero, es un enamorado de su empresa y de lo que hace. En el discurso Jobs cuenta como al dejar la universidad sintió miedo, pero “decidí pensar que las cosas saldrían bien”. Esa forma de pensar lo ha guiado a lo largo de su vida. No dejéis que el ruido de las opiniones ajenas ahogue vuestra voz interior, Y, lo más importante, tened el coraje de seguir vuestros impulsos y vuestra intuición, continuó diciéndoles. Es la forma en que él ha vivido y que lo llevó a convertirse en CEO de Apple y el revolucionario más importante de los últimos tiempos, admirado y querido por millones en el mundo entero. En el discurso del 2005 hay muchas frases como las anteriores, que comentaré más adelante, pero siempre me quedo con la última “Seguid hambrientos, seguid alocados”. Muchas personas me han dicho que se trata de seguir nuestros sueños. Yo la entiendo como una invitación a tener siempre sueños que alcanzar. Los chicos de Stanford que observaban alelados a Jobs estaban cargados de ansias de triunfo y sueños en el día de su graduación. Jobs los invita a no abandonar ese estado.  “Sigue hambriento, sigue alocado, siempre he deseado eso para mí. Y ahora, cuando os graduáis para comenzar de nuevo os deseo eso. Seguid hambrientos, seguid alocados”.

            Steve Jobs está enfermo y ha debido renunciar a ser el consejero delegado de Apple. Queremos que no se muera nunca, pero sabemos que eso inevitablemente algún día ocurrirá, más tarde que temprano. Pero el legado de sus invenciones perdurará por mucho tiempo aún. Lo que quizá sea eterno es su ejemplo de vida apasionada. Seguid hambrientos, seguid alocados.

                                                                                           
Pueblo Libre, 30 de agosto del 2011

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