Hace un rato largo sugerí que Lima
es una ciudad de odios que vienen desde la conquista. Odios de todo tipo. Hay
medios de comunicación especializados en sembrar el odio al APRA, a la
izquierda, a la derecha, etc. También los hay difundiendo el odio a
determinadas personas. En el escenario de
las elecciones presidenciales del 2016 queda claro que hay odios mal avenidos
que están como una bomba de tiempo, tic, tac, tic, tac, esperando su momento de
reventar. Como alerta Juan Carlos Tafur desde hace tiempo, “algo va a ocurrir uno
de estos días”.
Keiko Fujimori ha intentado
maquillarse y maquillar a su agrupación, pero las últimas protestas contra ella se han
dado con especial virulencia y han sido a nivel nacional. Alan García ha pedido
perdón por los narcoindultos y sin embargo no ha sido inmune a agresiones
verbales y físicas. Alejandro Toledo ha pagado ese odio con su pobre aceptación
en las encuestas. Verónica Mendoza debe cargar con adjetivos como “bruta más
babosa” endilgado por gente educada como Karina Calmet que la ven como una amenaza
ante la cual responden desde el odio.
El odio de los apristas a los
comunistas y viceversa es algo que particularmente no entiendo, pero que tiene
larga data y es de nunca acabar. Hasta a Susana Villarán que jamás ha tenido
una actitud beligerante, los apristas la llenan de adjetivos por ser de
izquierda. Hay odio de apristas a toledistas, de apristas a la derecha, de
apristas a Humala, de nacionalistas a apristas, de nacionalistas a fujimoristas,
de todos a fujimoristas, de la ultraderecha a la izquierda (sin matices), etc.
Y todos son odios a morir. Así es imposible hacer un país.
Reconciliación EEUU-Cuba a la vista |
Cuando las pasiones y odios de
exacerban un día terminan por desbocarse y todo acaba mal, de forma violenta. Piénsese en la lucha entre Utus y Tutsies en Ruanda, o los conflictos raciales y religiosos en la India y los Balcanes. Pero aun cuando en Perú estamos lejos de esos extremos, la oposición peruana, en éste caso el odiador, se
regocija haciendo oposición al divino huevo y obstruyendo al nuevo gobierno. Es el juego
democrático que en Perú se ha vuelto tan peligroso por la pasión y los niveles
de odio. Falta diálogo.
Cuando Humala ganó las elecciones
tuvo desde el 29 de julio al fujimorismo y al aprismo firmándole la declaración
de guerra a muerte. NO han podido “matarlo” o vacarlo como les hubiera gustado,
pero lo han atado de manos y han bloqueado sus iniciativas, y lo han reducido a
un presidente más pequeño de lo que probablemente es. Pero con esto perdemos
todos los peruanos, no sólo Humala. Y pierden todos los que lo atacan porque la
población reprueba ese juego malsano de poner cabes al otro, que además nos
perjudica porque se retrasa la producción y el país en general.
En ese contexto urge una
reconciliación por la gente y por el Perú, pero una reconciliación de verdad.
NO una para la foto. Reconciliación que puede exigir el retiro a sus cuarteles
de invierno de gente que ha estado involucrada en las peleas presentes y
pasadas y cuya presencia enturbiará cualquier proceso sincero de reconciliación.
Hablo de toda la casta política dirigencial de hoy: Alan, Lourdes, Keiko,
Alberto Fujimori, Raúl Castro, Toledo, y un larguísimo etc. Pero también de
personas de menor jerarquía, como ex ministros, dirigentes visibles,
funcionarios de confianza, cónyuges y otro largo etcétera. Si se desea
construir un país de verdad, la reconciliación exige desprendimiento y ese
desprendimiento exige gestos y hechos. Licenciar a la casta política actual que
las encuestas muestran tan desprestigiada y rechazada por la gente. Un punto de partida de esa reconciliación puede ser el Pacto Nacional firmado años atrás y que es bien visto por la población.
Diálogo Nacional Iniciado por premier Jimenez Mayor |
La reconciliación puede
involucrar a sectores de tan difícil aceptación como es el fujimorismo, y
sectores de izquierda hasta hoy rechazados.
Después de 60 años de
distanciamiento y mucha agua bajo el puente, EEUU y Cuba van a darse la mano.
Francia e Inglaterra hoy son aliados después de haberse enfrentado en guerras
durante siglos. Japón y EEUU colaboran conjuntamente después de que EEUU destruyera
Japón en la segunda guerra mundial. ¿Hay alguna razón para que no nos
entendamos entre peruanos?
San Isidro, 18 de marzo del 2016.
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