A Elidio Espinoza lo quieren
bajar. Desde hace algunas semanas en Trujillo la voz es revocar a Elidio
Espinoza, el alcalde elegido en las últimas elecciones. Hay que juntar firmas,
dicen los promotores. También dicen que Elidio no hace nada, que la ciudad está
abandonada, que los parques están secos, que la basura, que no hay obra. Pero
Elidio Espinoza le ganó la elección a la maquinaria de Acuña y eso ya vale un
aplauso, más aún con lo que ahora se sabe de Acuña. Y los ataques a Espinoza son más bien extraños.
Espinoza puede ser muchas cosas,
pero no parece ser un tipo corrupto. Cuando se pretende revocar a un tipo honesto
me parece que el mundo, o el Perú, esta de cabeza. Patas arriba y que vamos por
mal camino. Es cierto que a veces Elidio
Espinoza peca de soberbio, de creer que en política basta la honestidad y el
voluntarismo para ser reconocido, es un poco el “Villarán” de la política
trujillana; pero más allá de eso no se le puede reprochar nada y se le reprocha
todo.
Elidio Espinoza derrotó la maquinaria electoral de Acuña |
La gente aduce que Espinoza no
hace obras. A mí me parece de locos. Elidio ha dicho que las habrá en su
momento. Acuña se fue dejando una deuda de 27 millones de soles. Con esa deuda
¿cómo hacer obras? Los parques de la ciudad han venido amarillando desde que
entró Elidio Espinoza y la gente culpa a éste por el descuido. Pero fue una
deuda de Acuña por 8 millones de soles con SEDALIB, lo que ocasionó el corte
del agua en los parques. Espinoza ha ido pagando poco a poco las deudas dejadas
por el señor de la “raza distinta”.
Cuando se acusa falta de obras
con Espinoza, se hace pensando en los 2 Bypases de Acuña. Durante su gestión
como alcalde trujillano, César Acuña construyó un By-pass en Mansiche, que
tiene encandilada a buena parte de la ciudad. La obra costó la friolera de 30
millones de soles, no soluciona problema alguno y ha sido un tiradero de plata.
Acaso sirva para adornar un tramo de pista y levantar el ego de algunos
trujillanos, pero funcionalmente es innecesario. Lo mismo ocurre con el By-pass
del óvalo Grau, también construido por Acuña. Es en esa comparación donde
Elidio Espinoza pierde.
Ex alcalde César Acuña: dejó deduas por 27 millones en Trujillo |
A Espinoza se le acusa también de
la basura que se acumula en distintos puntos de la ciudad. Si en Huanchaco hay
basura, Elidio es culpable; si la hay en Víctor Larco, Elidio es culpable. Lo
que no se dice es que esos distritos, como otros, no son competencia de
Espinoza sino de sus respectivos alcaldes distritales (Acuñistas ambos). Es ignorancia pura y
viveza la que lleva a culpar al ex coronel.
En las redes sociales el alcalde
trujillano exhibe bastantes actividades relacionadas a la comuna. Ha impulsado
actividades culturales como la enseñanza de la marinera en las calles de la
ciudad, la vuelta de las retretas a la plaza de armas como forma de rescatar
tradiciones venidas a menos. Es permanente su actividad de verificación de que
los servidores municipales cumplan con sus funciones y de que los comercios y
empresas de la ciudad, como bares, restaurantes y mercados cumplan con las
normas vigentes en cuidado de la salud y la moral de la gente; lo que se diría,
las cosas de sentido común, tan venidas a menos o descuidadas por nuestras
autoridades.
Bypass de Mansiche |
Bypass de Mansiche en el día de su inauguración. Tiene dos "brazos" de ida. No hay forma de retornar. Lo que se gana en tiempo en la ida, se pierde en la vuelta. No existía tránsito que justificara su construcción y llevaba más vehículos hacia el centro de la ciudad, congestionándola.
A Acuña no se le objetó jamás nada. Hacía pistas que se las llevaba la primera lluvia y ni la contraloría ni nadie jamás dijeron esta boca es mía. A Elidio se le objeta todo y se le quiere revocar con estridentes campañas. Cuando a una persona que hasta ahora ha dado muestras de honestidad y de querer hacer las cosas bien se le quiere revocar, es porque algo se está pudriendo, es que se ha tomado el mal camino, el de la raza distinta que termina en el despeñadero. Ojalá los trujillanos no se dejen llevar de la nariz y apoyen a la autoridad que eligieron en el 2014. De revocarlo, los trujillanos perderían dos años de gestión avanzada y un año más en proceso revocatorio. Casi nada.
San Isidro, 28 de enero del 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario