sábado, 28 de junio de 2014

Mundial Brasil 2014: Requien por el Tikitaka

La fase de grupos del mundial Brasil 2014 ha llegado a su fin y nos ha dejado algunas sorpresas. Por un lado, la despedida sin pena ni gloria de los arrogantes españoles, de la mano de sus socios ingleses e italianos; también el advenimiento a los mejores lugares del fútbol de selecciones como la de Costa Rica, Chile o Colombia, la defección de Argentina y Portugal, eliminada ésta última, pero sobre todo hemos visto la primera vuelta más apasionante de este deporte que se haya visto en las últimas décadas, sino de toda la historia.

El Tiki Taka por los suelos
Por que digo, qué bárbaro, que manera de jugar y entregarse a un partido sin pedir ni dar tregua. No se busca sólo un triunfo, o “competir”, aquella tonta monserga tan nuestra de muchos años, no, se busca ganar y si es por aplastamiento y dando espectáculo, mejor que mejor. Es el ejemplo de Colombia que hace un partido maravilloso contra Japón y lo aplasta lentamente con un fútbol efectivo y elegante. Es también el ejemplo de Holanda que subyuga y exclaviza a una España que había vendido la piel sin cazar al oso, y a la que Holanda destruye hasta traumarla, hasta dejarla hinchada de evocaciones a un pasado que nadie recuerda ni quiere.

Eso es lo más valioso. Esta etapa de grupos ha visto licuarse aquella cosa llamada Tiki-Taka de la que España se cree inventora y única beneficiaria. Allá ellos. El Mundial de Brasil 2014 ha visto equipos que practican un fútbol dinámico, de coraje, de entrega, pero sobre de estrategia. A tal plan, tal respuesta. Que eso es el deporte. A la elegancia cansada de un Iniesta, Holanda antepone la velocidad de un Robben. A la precisión de Xabi Alonso, Holanda opone la puntería de un Van Persie. Eso es el fútbol, posibilidades, salidas, estrategias de juego donde el aparentemente débil, puede derrotar al aparentemente fuerte. Eso es el fútbol, eso es el deporte, eso es también la vida.


Los contragolpes a velocidades supersónicas acompañadas de pases precisos y triangulaciones perfectas han sido lo más hermoso hasta ahora. Ver la corrida de Robben para dejar como un poste a Sergio Ramos y dejar regado en el grass a Casillas es una anténtica gozada. La veloz escapada de Cristiano Ronaldo por la derecha para sacar un centro preciso que añade al arco Varela, todo esto a velocidades increíbles y hacerlo en el minuto último, da a este juego un carácter de pasión, de posibilidad, de alternativas, de sorpresa, de arte, que ya quisieran otras muchas disciplinas deportivas.

Con esta etapa de grupos ha terminado pues toda esta pesadilla marketinera del tiki taka en la que se involucraron empresas, algún club, televisoras, diarios y otros, para convencernos de que el fútbol no era lo que por años habíamos practicado, sino una cosa, un deporte sin alternativas ni salidas, un páramo o emboscada por donde debíamos transitar  con cabezas inclinadas para ser cortadas por el hacha de nadie. Eso se ha terminado en buena hora ¡Que viva el fútbol de verdad! ¡La imaginación al poder!

Porque en este mundial lo que se ve es un fútbol dinámico, un fútbol relámpago, fútbol de ataques veloces y fulminantes donde ambos adversarios juegan a ganar y ambos entienden el fútbol como un relámpago maravilloso donde la velocidad no es pieza rechazable, sino arma de triunfo y señal de evolución. Lo que ha quedado atrás es el fútbol somnoliento que nos proponía España. Ese fútbol rácano, miserable, mezquino, que los hizo campeones apenas ganando por un gol de diferencia o empatando partidos, ese fútbol ha quedado desenmascarado como inútil y dejado de lado. ¿O alguien cree que España volverá a ganar algo importante practicando el Tiki Taka?


Pueblo Libre, 28 de junio del 2014

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