El proceso de revocatoria terminó con los resultados de 22 concejales revocados y una alcaldesa
confirmada en su puesto. Muchos respiramos con alivio, por fin, la pesadilla acabó.
Bueno, de momento. Porque parece que volveremos a las urnas a fin de año. Pero
no, como que la camorra y la bronca se nos ha vuelto un estado permanente y
hasta hemos nos comprado el pleito venezolano con tal de seguir en las peleas. Pero
bueno, de eso tratará otro post, por ahora vamos con el final de la revocatoria que dejó escombros desperdigados en todas las tiendas políticas.
A despecho de
los objetivos de los revocadores, el proceso dejó algunas lecciones, uno que
otro muerto y algunos heridos con observación. Lo más probable es que nadie
aprenda ninguna lección, porque por ahora estamos dedicados a celebrar una
bonanza económica inesperada, casi caída del cielo como fantasiosa, que se la
quieren adjudicar como novia linda, todos. Los muertos, como la política,
volverán a la vida en otras elecciones y aún antes. Los heridos, que parecemos
ser todos, ya sabemos, a elegir que eso es bueno aunque nada, o casi nada
cambie nunca. Pero, ¿Alguien ganó o perdió?
Villarán: confirmada con las justas pero magullada |
Alán García
perdió, pero él lo ha negado. Ha dicho “perdieron las viudas de Chávez”. Es
poco elegante que un ex presidente se exprese así de un colega fallecido, ¡Que Canebo ni Canebo!
¡Que Gringasho ni Gringasho! ¡Alan es peor! El ex presidente cree que el
achoramiento y la lengua liviana la harán ganar lo perdido en las conciencias y
los votos. Está leyendo el achoramiento social y lo practica para mimetizarse. ¿Modales
de caballero? Nada, ¡puñal y verduguillo! Pero qué se hace. Ya Alan anda en el mal
camino desde rato antes. No se le podrá
creer después cuando pretenda ser un tipo serio y presidenciable.
Perdió Luis Castañeda
y de qué manera. Parece una historia de autodestrucción masiva jamás vista en
política. Es un hombre que se vendió como un gran hacedor y salió de la
municipalidad con 80% de aprobación, pero en la revocatoria estuvo convertido
en un líder clandestino, escondido bajo la mesa, confabulador, siniestro. Esa
pretensión desnudada por algún topo, de dar “cebiche con bacteria” a marco
Tulio, lo ha desnudado por completo; pero también mostró que la ciudad le
importa un rábano, lo suyo es otra cosa. Es como un doctor Jekill and Mister Hide.
Es dudoso que Castañeda pueda siquiera alcanzar la municipalidad de Lima en el
2014, como hasta pocos meses parecía ineludible.
Perdió el
fujimorismo que con Martha Moyano, Spadaro, Gagó y otros se lanzaron a la
piscina revocadora con ajos y cebollas, que es lo único que saben, y no la
vieron. Sus intentos de embarrar a Susana Villarán no tuvieron eco. Vamos, es
como si la gente hubiera dicho, “La moralización les queda grande a estos”
Perdieron
algunos comunicadores, como Phillips Butters y Aldo Mariátegui, que hicieron
política y campaña sin descaro para revocar a la alcaldesa utilizando todo el
poder de los medios en que laboran sin obtener buenos resultados y más bien,
vieron como dia a dia Susana Villaran se iba acercando a ellos para terminar ganándoles la elección. Como dijo Favre (y esto
también va por el APRA) “Se puede perder o ganar, pero perder cuando se iba
ganando por 30 puntos porcentuales, jamás” Estos comunicadores están como nadie, entre los verdaderos escombros de la revocatoria.
Perdió Susana. Si,
perdió la doña sus 22 concejales aunque conservará el sillón. Lo bueno de que
no se vaya es que hubiera ganado una mafia. Lo malo es que ha terminado tan
zarandeada que ha perdido el poco perfil político que tenía y ahora luce entregada
de hinojos a esa derecha por la que no votaron sus votantes en el 2010. Ójala y
su gobierno por la ciudad haga las transformaciones y cambios que la ciudad
necesita. El transporte es fundamental y está ligado a la mejora de calidad de
vida de los limeños. La decencia será su mejor herencia y quizás el carril por
el que deberíamos exigir que transiten todas las autoridades en el futuro.
Pueblo Libre, 21
de abril del 2013
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