En un post anterior ya mencionábamos
que en el fútbol siempre existe un día en que alguien recibe la paliza que
cambia el rumbo para siempre. Le pasó la Argentina con el 5-0 ante Colombia, a
Perú con el 6-0 ante Argentina, y estoy seguro de que ha terminado de pasar al
Barcelona con el 4-0 ante el Bayern de Múnich. No es como algunos señalan un fin
de ciclo, puede ser hasta un fin de siglo, o siendo generosos, fin de la década
que apenas está en su tercer año.
Los años le pesan al Barza |
Esto
no comenzó ayer. Tal vez el principio del fin fue el partido que el Real
Madrid, aquel club del que el Barcelona se había burlado, había jaloneado y
goleado, le ganó en el propio Camp Nou por 2-1. Esa noche el Real Madrid se
escapó para siempre en la disputa del título de liga y terminó ganando el
campeonato español 2011/2012 con cifras de record. Guardiola, el mítico, el
invencible, el dandi de las camisas blancas, decidió esa misma noche abandonar
el club que lo había puesto en los altares. Después de eso el Barcelona no ha vuelto
a derrotar al Madrid, pero ha sido derrotado 2-1 en fase de grupos por el
Celtic, un club sin pergaminos actuales; empató 0-0 en su propio estadio con el
Bénfica, otro club sin pergaminos a día de hoy; perdió 2-0 con el Milán; Empató
sus dos partidos con el PSG clasificando por diferencia de goles, para
finalmente caer goleado 4-0 ante el Bayern Múnich. En el entretiempo el Madrid
le ganó la Recopa de España y lo
despachó en la Copa del Rey ganándole 3-1 en su propio estadio y por 2-1 en el
Santiago Bernabeu alineando a los suplentes blancos. No obstante lo anterior,
hay quienes dicen “El Bayern Múnich amenaza la hegemonía del Barcelona”.
En mi opinión esto del Barcelona
no tiene solución para muchos años. El partido de mañana en Barcelona ante el
Bayern Múnich es sólo un trámite. Lo más probable es que si los muchachos de
Heynckess están inspirados pasen por encima del club catalán. Barcelona debe
ganar por 5-0, un resultado que no ha obtenido en todo el año, ante un equipo
que en 31 partidos de liga sólo ha recibido 14 goles en contra. El domingo el
Barcelona apenas pudo empatar 2-2 ante el Atlethic de Bilbao, catorceavo
clasificado de una liga de 20. ¿Existen los milagros? El equipo debererá jugar
un partido perfecto, cosa que no hacía ni la Argentina de Maradona o el Brasil
de Pelé.
Pero el problema del equipo culé
no es el día de mañana. El problema es creer que son invencibles. El problema
es la ceguera y la soberbia. Hay una mala gestión de la plantilla, una pésima
gestión de las contrataciones, una mala gestión de la crisis de salud del
entrenador, un rechazo a la dirigencia, un pleito silencioso al interior de la
plantilla. Y por si fuera poco un periodismo afín que sigue hablando del “mejor
equipo del mundo” sin aceptar que los resultados son los que son, y que ningún
mejor equipo del mundo cae goleado como éste Barcelona de hoy.
Hay un último problema. Se llama
Messi. Valdez anunció hace algunos meses que se irá del equipo. Ha dicho que no
se quedará por nada del mundo. El domingo 28 de abril, enfrentando al Atlethic,
puesto a portar la cinta de capitán le dijo a Piqué, “Dáselo a Leo que a mí me
aprieta”. Horas después el club le exigió una rectificación y él ha dicho que
la cinta no era para su talla. Lo que nadie ha preguntado es porqué la mención
explícita a Messi. ¿Era el único que podía calzársela? Algo de irrespirable hay
en un club que manda a Villa, uno de los goleadores de la selección española, a
la banca y en el que Messi, el silente, guapea en pleno partido a Tello por no
entregarle el balón. Guardiola, antes de irse dijo “Leo jugará siempre que
quiera”. No hay director técnico , hay una voluntad omnipotente de un jugador
que ha empezado a creerse que de verdad es un Messias y al que el club y los
hinchas se lo permiten.
Pueblo Libre, 30 de abril del
2013
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