domingo, 3 de agosto de 2014

Dos amigas, dos historias, dos egos colosales: Parte II

Historia N° 2: Milagros


A Milagros la conozco hace 8 meses.  Ha vivido en Europa por más de 10 años. Regresó al Perú para siempre hace un tiempo y es de una sensualidad arrolladora. Tiene dos pequeños sin problemas y un matrimonio en problemas. En Facebook, donde ingresa para hacer hora, los admiradores le nacen como los hongos debajo de las piedras, a borbotones. Doy fe de ello. Hay de todo. Los tontos, los vivos, los pícaros, los vampiros. Como estamos en los mismos grupos, veo a sus admiradores y leo los mensajes que ellos le envían en el grupo solicitando su amistad. Hay la mar de tonterías que dicen para hacerse los simpáticos, los amiguitos buenos. Ella los lee, los filtra, los pone en lista de espera. Eventualmente los acepta como contactos. Antes de ser aceptados ellos esperan algo, no les queda otra, no saben muy bien qué pasa con sus solicitudes de amistad. No lo tienen claro. En cambio  yo diría que ella tiene muy claro lo que quiere, y no quiere nada. Así de simple.

A excepción de un tal Talavera. No digo que ella le haya creído, pero le aceptó la amistad y más. Yo le advertí: “Cuidado”. No me hizo ningún caso, y hasta fue mejor para mí. No fue mala onda de mi parte, es que tan luego le vi la foto el tipo me cayó mal. No que digo, la encarnación del satisfecho, del haragán que busca que los demás le rindan pleitesía, el ególatra. Un pelmazo. Escuché a Milagros y luego le dije, Este caballero se ha inventado un personaje, cuídate, los conozco bien y éste no es capaz de amar a nadie. Lo dicho, ella no me hizo caso y lo metió en la lista de “amigos”. Fue la clásica, un tiempo de bla bla y luego dar el zarpazo. Pues bien, el tipo quiso conocer a Milagros en persona, presionó fuertemente en ese sentido. Conocerla en Trujillo, de donde es ella, o en Lima, donde vive él. Milagros se negó y él se molesto de mala manera. Rompieron el contacto. El personaje que él había creado era amante de la pintura, gran conocedor, difusor cultural, romántico y buen cantante. Ya sabemos, era el premio gordo de la Tinka
.
Hace unas horas Milagros abrió un mensaje privado que él le había enviado tras la ruptura. En él, Talavera le decía a Milagros que es una cobarde. Si, cobarde. Porque no se había atrevido a conocerlo. Después le ha dicho malcriada por no saludarlo en el grupo, como si ella le debiera rendir pleitesía. Y se ha pasado las horas dando like a todo mundo menos a Milagros.

Me extraña un poco el ego. Es un tipo bastante mayorcito (fácil 40 años) para jugar al novio abandonado y despechado. Pero lo hace. Lo diré de nuevo, es un ego colosal que se crea alguna gente que los lleva a pensar que nadie los debe rechazar. No importa eso sino lo agresivo que se ponen con las damas, su carencia de perspectiva, de límites, hasta de decencia. Cuando él le dice a Milagros que es una cobarde, no sólo olvida que ella es mujer, olvida que es madre de dos niños. El cobarde es él. Cuando le dice que es cobarde por no haberse atrevido a conocerlo, ignora que a través de esa frase  Milagros logra conocer mejor  a la persona con la que había tratado varias semanas. Digo bien, a la persona, ya no al personaje de ficción que él creo, sino al auténtico tipo que vivió oculto. Como ella dice, algunos tienen que aprender que no todas las mujeres son iguales. Y es que el quiso seducirla con lo típico, llevarla a comer, al Karaoke, hacerse el interesante, el mágico, el platudo. Eso no funciona con Milagros y esto lo enfurece a él.


Entre éste Talavera y el novio de la amiga de Maité (historia n° 1) hay un denominador común: una falsa superioridad por sobre los otros, que es producto de un ego colosal que tiene mucho de materialismo y poco de espiritualismo. Una falsa superioridad que ha invadido las relaciones sociales haciendo invivible la atmósfera. Las relaciones son más bien una guerra o un campeonato de hipocresías.  Estos egos colosales exigen sumisión, pleitesía, abdicación de los demás, y como dije antes, si son mujeres, doble sumisión, pleitesía, abdicación. Esta es una de las cosas que es indispensable y urgente cambiar. Y es también sólo un tema de educación. Aunque ninguna dama merece ser tratada como estos tipos las tratan, yo diría, Que lo hagan con quién quieran, no con las personas que estimo, valoro y quiero. No con Milagros,  no con Maité. Que sus madres los aguanten “Egos colosales” .

PD: los nombres han sido cambiados

Pueblo Libre, 03 de agosto del 2014



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