Ubicado en la calle Los colonos 220, El museo Schafferer guarda un valioso testimonio de lo que fue la vida de los colonizadores durante los primeros años y hasta un poco después. Atiende en las tardes, desde las 2. El museo es un acertado esfuerzo iniciado en 1,993, de conservar y crear una identidad. En él es posible ver utensilios, herramientas, armas, trampas para animales, información, fotografías, y otros elementos que permiten aprender y comprender cómo fue la vida de la población desde 1,859 en que se asientan en el lugar.
Así mismo es posible contratar el guiado al interior del museo, a cargo de la señora Eva, quien explica el significado de cada elemento o conjunto de ellos y narra detalles del viaje desde Alemania y Austria, hasta nuestro país. Fue un viaje de película, una odisea hollywoodense que no viene al caso contar ahora, pero que los colonizadores iniciaron en los interiores de Alemania y Austria, para salir hasta Amberes, Bélgica y de allí atravesando el Atlántico llegar a América, bordear Brasil, Argentina y Chile, entrar al Pacífico, navegar hasta Huacho y de allí emprender un viaje de dos años a través del Perú hasta Pozuzo. Es fascinante considerando que ahora hay quienes quieren bus cama para un viajecito de ocho horas.
Uno delos detalles que llama mi atención es que los colonizadores eran personas sumamente católicas, requisito impuesto por el gobierno peruano de entonces. Además debían ser menores de 55 años y eran personas muy pobres, producto de años muy difíciles que se vivían en Europa. Para ellos América, y en este caso Perú, eran una tierra de promisión.
En cuanto al museo en sí, esta construido todo de madera, tiene dos plantas y un jardín interior exquisito, que parece de pasto artificial. Existe una piscina con paredes de piedra (no existía el ladrillo en la zona) que fue mandada construir por un propietario anterior de la vivienda. También se construyó una chimenea emulando a las de sus ancestros.
En la foto, los colonos desarrollaron capacidades notables en el trabajo con la madera. Las viviendas son ejemplo de la maestría que alcanzaron y que hasta hoy dominan. La foto muestra diversas herramientas que usaron para ésta profesión.
Al lado izquierdo se muestra una montura para ensillar los animales de carga. La sierra de hoja redondeada servía para talar los árboles. La sierra de hoja recta, a la derecha, servía para cortar un tronco en tablas.
No, no es una silla de la época. Es una mochila de madera. Observese el detalle de la correa del lado derecho. Por allí pasaba el brazo que sujetaba a la espalda la mochila. Se usaba para los viajes por la zona.
La espada pertenece a un militar chileno que se afincó en el pueblo luego de culminar la guerra del Pacífico. El rifle se usaba para cazar venado, majaz y otros animales, bien para la alimentación diaria o para defenderse de los que depredaban el ganado, como el tigre. En la parte iferior, una trampa para animales.
Una cama. El colchón estaba formado por hojas secas de planta de maíz. La cama en sí, bastante estrecha, es toda de madera.
Plancha original traída por los colonos en 1857. Funcionaba por calentamiento mediante la inserción en su interior de una pieza metálica previamente puesta al fuego.
Vivienda típica de los colonos. En la foto madre e hija con la vestimenta típica, propia de la zona.
Dia 5. Pozuzo, 28 de octubre del 2011
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