lunes, 29 de febrero de 2016

César Acuña: duro de matar

Como un mago con una chistera inagotable, César Acuña no para jamás de sorprendernos. Tiró  millones de soles construyendo obras faraónicas en Trujillo para satisfacer su ego y su necesidad de votos. Pero en su aventura presidencial ha roto records. Cada mañana una nueva trampa. Un ardid, una nueva falsificación, un roche nuevo. ¿Es de verdad este hombre que se victimiza y se muestra como emprendedor? ¿Es tan ingenuo como quiere hacernos creer, que no distingue la diferencia entre un delito y una viveza? Todos los días César Acuña se dispara a los pies.


cesar-acuna


Pero nunca acaba de morir. Ni los plagios, ni el dinero regalado en campaña, ni las renuncias de los vicepresidentes, ni los dineros malversados, ni las denuncias de su ex esposa, NADA; César Acuña como Bruce Wilis es un tipo duro de matar. Por mucho menos está preso el Goyo Santos a quién hasta hoy no se ha probado nada; A Acuña lo han filmado cometiendo delitos, está probado que ha fraguado documentos con el sello de su universidad, que ha plagiado las tesis, que ha robado la autoría de un libro. César Acuña sigue trepado como Leonardo Dicaprio a la proa del barco de su candidatura que se hunde. La diferencia es que el barco de Acuña no es el Titanic, sino un barco pirata con la enseña de la calavera y los huesos, la pata de palo y el ojo parchado. Igual, César Acuña es muy duro de matar


Anel Townsend


Acuña: el Superman


Acuña se irá ¡Aleluya! y me parece bien por la gente honesta del país, que es “como cancha” y que veíamos estupefactos a este señor cometer delitos frente a cámaras proclamándose inmune a las leyes. Pero Acuña no se irá sin más. Puede reclamar legítimamente haber tenido comiendo de su mano a muchos encopetados limeños de renombre y con más educación que él, además con títulos profesionales de verdad, pero que le hacían venias como los malos a Superman. Allí está el presidente del congreso peruano, Luis Iberico riéndole las gracias; el presidente de la comisión de ética, señor Lay, haciendo silencio; el ex director de El Comercio, Francisco Miro Quesada, de rector de la UCV; o Beatriz Merino, ex premier, ordenándole la casa (UCV); o el general Donayre, superado en hilaridad por su nuevo jefe.

Que Acuña no estudie, no significa que a él no se le deba estudiar ¿Cómo es que éste hombre de corta estatura, que se atropella al hablar y que muy probablemente no hizo la universidad, logró poner de rodillas a mucha gente en base a un dinero cuyo origen habría que investigar? Somos un país en el que el vivo llega a ganar 56 millones al año, por ahorro en impuestos, mientras que profesionales que se quemaron las pestañas estudiando, pagan sus impuestos y cumplen la ley, las pasan cuadradas para llegar al fin de mes. Otros incluso deben migrar para regalarse un futuro mejor. 

Con Acuña hemos visto el patetismo, de defensores increíbles DEFENDIENDO lo indefendible ¡Ni el fujimorismo! Cómo se chamuscaban, cómo ardían en esa defensa los nombres, los apellidos, la alcurnia. Algunas culturas antiguas sometían al fuego las cosas viejas para purificarlas al arder. Así han ardido por Acuña la vanidad, la pequeña reputación, el orgullo, el ego. Mejor que mejor. Hasta parecería una cosa buena tanta purificación, pero ha estado marcada por la compra de personas y eso no es bueno.

Lecciones de Honestidad


Sin embargo no todo ha sido ignominioso. En medio del carnaval, ha habido nombres valiosos que han dado una lección de honestidad, la han chuntado. Hay personas para las que su honra vale más. A Alberto Borea le han ofrecido dineros para ser el abogado mediático de Acuña.  El ha rechazado el encargo y el dinero manteniendo limpio su nombre, como lo mantuvo en los 90. Lo mismo puede decirse de Otoniel Alvarado, el correcto profesor que reclamó la autoría del libro que usurpó Acuña. Eladio Angulo quien no obstante ser rector actual de una de las universidades de Acuña, no ha dudado en desconocer que su firma sea una de las presentadas por Acuña para validar sus usurpaciones. Sigifredo Orbegoso, también empleado actualmente de Acuña y antes rector de la UCV, ha rechazado también como verdadera una firma supuestamente suya. Eso es tener coraje y principos. Podrán despedirlos más adelante, pues despedirlos hoy sería una torpeza. Pero ellos prefieren eso a ensuciar sus nombres. Esa es una lección para más de uno.

24 de febrero del 2016.


No hay comentarios:

Publicar un comentario