miércoles, 30 de septiembre de 2015

Pequeños pero enormes cambios conductuales en Lima

Gracias a ti, gracias a mí.

Entre las cosas que llamaron mi atención más poderosamente al llegar a Lima a fines de los 80s, estuvieron las costumbres de las bodegas y panaderías. Los propietarios atendían al público detrás de rejas, y con cara de pocos amigos. En las panaderías se formaban (hasta hoy es así) grandes colas para comprar el pan. Pues bien, yo venía de Trujillo y la costumbre en bodegas, panaderías, mercados y en cualquier lugar donde se comprare algo, consistía en que en el momento de pagar y recibir el vuelto, el comprador agradece al vendedor y éste agradece al comprador. Uno lo hace por el servicio que le dieron, y el otro por la preferencia de que fue objeto por el comprador. Pasaron años en Lima y cada vez que di las gracias, me topaba con el silencio del vendedor, cuando no con su rostro amargo.

Mi primera reacción tras varios intentos fallidos, fue guardar silencio, exactamente como ellos. Me lo propuse firmemente; pero hay costumbres que a uno no lo abandonan. Jamás me he dormido en un ómnibus limeño, porque jamás he dormido en un ómnibus en Trujillo. Nunca he podido miccionar en las calles limeñas, por la misma razón que jamás lo hice en calles trujillanas. Había un restaurante que frecuentaba en Lima a mediados de la década del 2000. La propietaria ni me miraba cuando yo le daba las gracias. Tenía la vista fija en el dinero que guardaba en su caja registradora. No le importaba nada más. Seguí asistiendo. Sin darme cuenta, un día, respondió diciéndome “Gracias”. Hubieron de pasar muchos días para que yo advirtiera el cambio producido. En ese tiempo trabajaba con ella una señorita piurana que tenía por costumbre dar “Gracias” a los clientes cuando estos se retiraban. La propietaria evolucionó hasta llegar a responder a mis “Gracias”, con un “Muchas gracias” y una sonrisa. Se le veía lo contenta cuando lo hacía.


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La gratitud exprésala en grande

En mi barrio limeño, los propietarios de las bodegas y hasta el personal de las boticas, han aprendido a responder con “Gracias” a sus compradores (ver "La gratitud en los negocios") . Ya llevamos así varios años. Es ser amables, es ser educados, es hacer de ésta ciudad tan difícil algo más llevadero. Cuánto contribuyó mi actitud al cambio de los otros, no lo sé. No es lo más importante. Importante es la perseverancia. Pensar que nuestras buenas costumbres valen el esfuerzo y que gota a gota el agua horada la roca.

El Asiento Reservado de los Ómnibus

Es que sencillamente nunca necesité del cartel y menos la ley del Asiento Reservado que nos obliga a ceder el asiento. En Trujillo, desde siempre los menores ceden el asiento a sus mayores. No es necesario que sean ancianos o gestantes, ni que tengan niños pequeños o bastón, si son mayores, aunque sea por pocos años, los menores ceden el asiento. Hay jovencitos cediendo el asiento a jovencitas de su misma edad, a señoras jóvenes, a señores; no hay distinción, es algo que llevan en el inconsciente colectivo. En Lima fue difícil en un inicio, pero cada vez es más claro que la costumbre avanza y se afianza. Ya casi está en el inconsciente colectivo del limeño que los asientos reservados son eso, asientos para pasajeros especiales y todos (o casi) lo ceden sin oponerse. Cada vez es más sencillo hallar personas que ceden asientos no marcados como “reservado” a pasajeros que los necesitan por alguna razón. También es posible observar gestos de caballerosidad de los caballeros con las damas. Incluso a veces, un caballero con otro. Hay menos egoísmo. Quizás porque se comprueba que no es tanto el esfuerzo y sí es mucha la satisfacción que se obtiene con ser amables.


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Hoy en día es más sencillo ceder el asiento por convicción

Lima es una ciudad muy difícil. Es múltiples ciudades en una. Varias formas de ver el mundo, de defender los derechos, de exigirlos. Nadie cree en nadie, todos son desconfianza y malicia. En ese contexto se han dado y avanzan cada vez más los cambios mencionados arriba. Es gente cambiando, decenas, miles de decenas de personas que han incorporado cambios sutiles en sus conductas, que hacen que la vida sea algo más llevadera en ésta ciudad de 9 millones de habitantes. El cambio empieza por uno, sí, pero no puede ser un cambio egoísta, si cambiamos ayudemos a cambiar a otros cuando estos lo quieran.


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Pero aún hay indiferencia


San Isidro, 30 de setiembre del 2015


jueves, 24 de septiembre de 2015

Milagros Leiva ¿Ángel o Demonio?

La mañana del once de setiembre, los sectores más conservadores del país pretendieron convertir a Milagros Leiva en una Cármen Aréstegui peruana. La elevaron a los altares llamándola “valiente periodista”. Acusaron al gobierno de “chavista” y a Nadine Heredia, de haber hecho botar a la Leiva del grupo El Comercio. Milagros Leiva era una víctima del poder palaciego.

El Peaje Más caro del Mundo


Ese mismo día por la tarde directivos del grupo El Comercio la dejaron sin piso. Informaron que la Leiva había sido despedida por “vulneración de los principios rectores” y de su contrato. Luego se supo que la Leiva había realizado pagos por 30,000 dólares al prófugo Martín Belaunde Lossio por un concepto que ella definió como “peaje”. Sus jefes no estaban al tanto del pago. La empleada les ocultaba información. No sólo eso, ni siquiera les preguntó si el grupo El Comercio podía pagar la cifra a cambio de alguna información importante. Cualquier empresa a la que una empleada oculta información que es insumo del negocio, estaría en el derecho y el deber de despedirla por pérdida de confianza, eso es claro. Nadine Heredia no tenía nada que ver.

Milagros Leiva
Pero ¿de dónde salieron los 30,000 dólares? El cuento de Milagros Leiva de que eran dinero de su peculio es bastante difícil de creer. Pensar en que como ella dice es una “periodista apasionada” y que por ello pagó 30,000 dólares por un peaje que no la conducía a nada, es ser muy ingenuos. Pero en el ánimo de no pensar mal, hay que creerle. La siguiente pregunta es ¿qué obtenía Milagros Leiva con ese pago? Ella ha dicho que le permitió ver pruebas que “se traerían abajo al gobierno”. ¿Y las pruebas? Bien gracias.

En primera instancia la Leiva ha dicho que no las tiene, pero ante la poca credibilidad de su testimonio, ha dicho que sí las tiene, pero que necesita la “autorización de sus fuentes” para hacerlas públicas. ¿De qué fuentes habla? Si pago 30,000 dólares a MBL por ellas, es claro que él es la fuente. No entendemos porqué debe esperar el permiso de Belaunde Lossio para soltar unas pruebas que traerían abajo al “corrupto” gobierno. En todo caso, ¿hasta cuándo deberemos esperar?

Jugando al Golpismo: ¿Ángel o demonio?


¿A Milagros Leiva le sobra la plata? Hay quienes creen que los 30,000 dólares no salieron de ella. Que el dinero fue entregado por un grupo con intereses políticos para tumbar al gobierno con algún escándalo mediático que la Leiva facilitaría obteniendo información comprometedora de MBL. La jugada abortó cuando Belaunde no pudo aportar nada. Se complicó cuando la fiscalía boliviana puso en evidencia las andanzas y pagos de la Leiva a Belaunde Lossio. Una periodista haciendo pagos a un prófugo de la justicia es una mala cosa. Los bolivianos aún están investigando.

Es posible que el gobierno de Ollanta Humala tenga cosas que ocultar. Pero mientras eso no se pruebe todo son conjeturas. También es posible que existan grupos jugando al golpe de estado, a la caída violenta de un régimen que miran con desagrado. En ese escenario, la presencia de periodistas que se convierten en noticia, es ciertamente una muy mala noticia. Los tiempos de las periodistas geyshas no están lejanos. Esto sólo comprueba la precariedad de nuestra democracia. Hay gente que no quiere construir un país apuntalando la democracia y esperando su turno de presentarse a las urnas. Quieren el caos para ver qué cosa pueden pescar. Ahora sabemos que la Leiva no era un ángel ¿será demonio o simplemente una periodista muy ingenua? ¿Y la derecha peruana? Se ha lavado las manos. Las investigaciones judiciales nos dirán si Milagros Leiva es un ángel o un demonio. 

San Isidro, 24 de setiembre del 2015.

martes, 8 de septiembre de 2015

Aylan Kurdi: Todos los hombres son niños y un niño es todos los hombres

Un niño es todos los hombres



Ha tenido que morir un niño para que Europa y el mundo despierten. Hemos despertado pero ha sido como si la vida fuera al revés. Porque la pesadilla no ha estado dentro del sueño, ha estado en el despertar. Peor que las pesadillas con monstruos, ha sido la pesadilla de ver las imágenes de Aylan Kurdi, el niño sirio muerto en la playa. Porque si los monstruos matan, los niños fallecidos matan más. Con su frente inocente encallada en la arena como si el cansancio lo hubiera vencido, como si estuviera fatigado de tantos castillos de arena construidos con sus manos que no construyeron ninguno, porque escaparon a las manos del padre que no las pudo sostener más en el mar.

Aylan Kurdi: crisis humanitaria en europa
Hallazgo de Aylan Kurdi

Murió sin comer helados, sin chupar paletas de caramelo y sin jugar con carros de madera. Con ese niño hemos muerto todos un poco. Aylan Kurdi es todos los hombres del mundo que lo ignoraron. Las suyas son las imágenes que ningún padre quisiera ver de un hijo suyo jamás. Es esa imagen del niño varado en la arena como juguete de goma, la que nos mata. Porque ningún niño es juguete de goma. O no lo debería ser. Con el pasar de los días deberemos renacer y zurcirnos las heridas, poner tapones a la pena y olvidar, porque nacerán nuevos niños cuya atención nos obligara a volver los ojos lejos de esta tragedia. Para proteger a los vivos, para que los nuevos niños sigan viviendo y jueguen con carros de madera, deberemos olvidar a Aylan Kurdi, el pobre niño sirio cuyas manos no pudimos agarrar; que no sabía que navegaba en busca de la vida y la buscaba; que halló la muerte y no la buscaba.

De la oruga nace una mariposa multicolor. De la tragedia de los Kurdi: los dos niños, la madre y el padre, ha nacido la solidaridad en Europa, más allá de las reacciones oficiales de los gobiernos y organismos mundiales. Solidaridad del policía que recoge en sus brazos a Aylan Kurdi cuidando de no lastimar su cuerpecito inerte. Solidaridad de la gente que ofrece ahora sus viviendas para recibir refugiados y que no mueran de indiferencia. Solidaridad de municipios, de la iglesia, hasta de equipos de fútbol que parecen decir: no podemos permitir que ocurra esto. No son todos solidarios, pero son.

La Solidaridad vs la Competitividad


En los últimos años solidaridad ha sido una mala palabra. La palabra triunfante ha sido competitividad. Pero, ¿cómo pedir competitividad a un niño que huye de la guerra con tres años? ¿Cómo pedir competitividad al padre que era un hombre sólo contra el mundo, mientras escapaba del suyo? A pesar de toda la propaganda del mundo moderno que nos individualiza y vuelve egoístas, de toda la miseria y de lo despiadado del mundo, desde el fondo del corazón humano en momentos supremos surge la solidaridad con el prójimo, con el desconocido, con el otro. Al final, no somos tan malos; hay algo bueno que es imperecedero, algo divino que no hemos podido matar.

Eso es bueno, pero hay cosas que no debemos olvidar: el niño sirio muerto en esa playa, su cuerpo pequeño solitario, indefenso, como si durmiera, muerto por la indiferencia de los hombres. La reacción posterior que debería salvar a otros niños. El silencio respecto de los refugiados africanos y la indiferencia norteamericana. Todos ellos son síntomas de lo mucho que nos falta hacer para que éste mundo sea un lugar mejor.

crisis humanitaria en europa
La crisis humanitaria continúa

07 de setiembre del 2015


sábado, 5 de septiembre de 2015

Chapa tu Choro y Déjalo Paralítico: El Peligro de los Niños Jugando a la Guerrita (II)

Hemos visto ya en el post anterior que el método “Chapa tu choro y déjalo paralítico” puede ser peor que la enfermedad. Ahora bien, cabe una pregunta importante que no se ha hecho ¿Cuál es el efecto de ésta campaña en los niños? No es una campaña de valores y solidaridad. No. Tampoco de cultura y amor. Vamos, es una campaña de miedo y odio. Miedo al ladrón, a perder las cosas materiales ganadas con esfuerzo, miedo a ser heridos o muertos por algún delincuente (esto está muy claro). Y odio a ese ladrón visto como el ser que te produce el miedo anteriormente descrito.

¿Y los niños qué?


Chapa tu choro y dejalo paralitico
¿Pero y los niños? ¿Las imagenes que acompañan la campaña son educativas y crean niños sanos y felices? ¿O crean niños inseguros, con miedo a ser robados o muertos y enterándose prematuramente de cosas que deberían conocer cuando sus psiquis estén más preparadas? Deberían esperar, es claro. Las imágenes de apaleamientos y sangre no son buenas para los niños. Los trauman, los paralizan, les joden la vida, eso es. Pero también los llenan de odio. Los niños no observan imágenes silenciosamente. Hacen preguntas ¿Papi, por qué le pegan a ese señor?. La respuesta más conciliadora suele ser “Porque es un ladrón y los ladrones son gente mala”. Y es cierto…Pero eso es sembrar odio en mentes infantiles, en niños que deberían estar jugando y estudiando para ser mejores; no aprendiendo a odiar y a vengarse. ¿Qué pasará cuando los niños vean pasar una turba que captura a alguien y le rompe las piernas o les quita la vida? Traumas en su cabeza, más odio, más miedo, más inseguridad y deseos de venganza. Es decir, una población traumada por una violencia que no debió vivir.


¿Cómo salir del problema?


Entonces… ¿Qué hacer? Paciencia, inteligencia y acción. El problema es complejo, involucra a la policía que captura, al poder judicial que juzga, a la fiscalía que acusa, al sistema penitenciario que encierra, al parlamento que da leyes. Y la corrupción que lo penetra todo. A Capone, Eliot Ness lo derrotó con inteligencia, no con palos ni a fierrazos por las piernas. A Guzmán, Ketín Vidal no le tocó ni un pelo, pero lo sacó de circulación para siempre. Ni Ness ni Vidal eran corruptos ¿Qué puede hacer la gente entonces? Activarse.

¿Cómo activarse? ¿Qué es eso? La ciudadanía no es embutirse en Mistura, aunque lo diga Gastón, entiéndase. La ciudadanía se ejerce o no. Ejerces cuando te involucras con un problema y buscas soluciones dentro de la ley. Lo que nos queda como ciudadanos es exigir a todos los sectores mencionados arriba, que hagan su parte. Es luchar en las calles contra la corrupción, es no votar (y esto es muy importante) por corruptos ni por ladrones.  Es echarse a andar las calles diciendo nuestra verdad, como se hace en Europa, cuando las cosas están mal. Siempre he dicho ¿Para cuándo un millón de limeños saliendo a las calles a exigir seguridad? ¿Cuándo los arequipeños y los trujillanos desfilarán en sus calles exigiendo seguridad por cientos de miles? ¿Cuándo los piuranos, lambayecanos y ancashinos? Si no lo hacemos, entonces no entendemos el problema, tenemos lo que merecemos.

Roba pero hace obra: la condena del karma


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Fujimorismo detrás de la campaña del miedo y el odio

Finalmente comprender lo siguiente: si votas por corruptos y ladrones, te echas encima un karma de padre y señor mío. Lima votó por un señor que “Roba pero hace obra”. Creer que decisiones de ese tipo no tienen consecuencias es no entender nada. La condena del karma es brutal. Si hablas de ser un campeón, te haces campeón; al votar por el que roba pero hace obra, llevas el delito hacia tu vida. Lo mismo que en Lima, pasa con los trujillanos y su presidente regional que prometía “plata como cancha a sus incondicionales” para cuando él llegara al poder. Nos pasará con todos los candidatos presidenciales cuestionados que tenemos hoy perfilándose hacia el 2016. Como se ve, necesitamos más inteligencia antes que dejarnos llevar por la pasión y la ira de un minuto.

En lugar de chapar a tu choro para dejarlo paralítico, chapa a tu hijo y edúcalo con el ejemplo del buen hacer. Ponlo en el camino del deporte, la lectura, el estudio y no necesitarás quebrar las piernas a nadie. El camino es complejo, arduo, trabajoso, pero lo bueno cuesta. No hay de otra. Y ojito, no hemos dicha ni media palabra aún de las causas de la delincuencia.

San Isidro, 03 de setiembre del 2015