domingo, 19 de julio de 2015

Defensores de Los animales, Maltratadores de los Humanos

Defensores de los animales…Esos cruzados de la defensa de los animalitos son un encanto. Hace algún tiempo la emprendieron y lo volverán a hacer, contra las corridas de toros. “La tortura no es cultura” decían. Un razonamiento sin fisuras, de esos que los marketeros llaman “Ganar-Ganar”. Porque ¿“Quién va a estar a favor de la tortura”?

A mí, no sé, algo no se me acaba de cocinar con respecto a ellos. Porque es mucha la parafernalia que hacen para estar llevados por el amor a los animales. Su defensa de los toros y el deseo manifiesto de que en el Perú las corridas sean abolidas, no dice nada respecto de los miles de reses que son sacrificadas cada día en el país. Una visible defensora de los animales y enemiga de las corridas, Juliana Oxenford, respondía a esto diciendo “Es que yo no estoy en contra de la cadena alimenticia”… ¿Ah, sí?  Importan los 24 toros sacrificados en Acho, pero ¿no importan los miles sacrificados cada día en los camales del país? Por último Juliana, no veas las corridas y punto.

Responden los defensores de animales “Es que en las corridas se tortura a los animales”. Parecen no saber que en los camales las reses son atontadas con un disparo de una pistola eléctrica en la cabeza. Luego son izadas por las patas traseras como una cometa y un matarife les corta el cuello. La sangre que cae del cuello es recogida en baldes, mientras la res aún viva debe ver el espectáculo de su propia muerte. Finalmente mueren desangradas y son cortadas en trozos. Y todo esto no les parece tortura a los defensores de los animales.

Los que más me gustan son los defensores de los perros. Sacan premio. Cada vez que algún perro ataca a una persona, ellos arguyen “El culpable es el propietario”. Otro razonamiento sin fisuras. Lo que no explica el terrible silencio que suelen guardar contra ese propietario y contra ese animal en particular. Porque ¡Vamos! Yo me declaro defensor de los humanos principalmente, pero si un humano hace cosas indebidas, o mata, seré el primero en decirlo y pedir sanción para esa persona. Jamás el silencio. Ni culpar a otro. A veces pienso que la relación de los defensores de los animales con los humanos es lo que no han desarrollado satisfactoriamente. Los animales son un refugio, una vía de escape que además prestigia.


De Defensores de Los animales a maltratadores de Humanos


Hace algunos días una señora anciana murió asesinada por quince perros en una chacra. La noticia se expuso en los medios, en RPP y diarios. El silencio de los defensores de los animales es terrible y los acusa. No se puede guardar silencio ante tanta muerte. Y sin embargo lo guardan. Hacen mutis. Es más, la pegan de que ellos ni enterados. Es la hipocresía de siempre. La doble moral. Si alguien patea a un perro es cruel, si 15 perros asesinan a una anciana, ellos no se enteran. Me parto de la risa ante estos hipócritas. Ni una tarjeta de condolencia, ni una palabra de pésame, ni una condena al propietario de los animales, nada. Su defensa de los animales se diluye, es pura pose.

No han tenido el mismo activismo pidiendo sanciones contra los propietarios irresponsables que contra los abusadores de animales. Ni han pedido medidas restrictivas o punitivas contra los animales que atacan a los humanos. Porque…!Vamos¡ Un cachorrito puede ser un ser muy lindo y tierno, pero cuando ese animal se convierte en un Pitbull que te arranca un brazo, ya no es lindo; se convierte en un peligro ambulante, cuyo dueño además, no suele ser bueno en razonamiento. Hay dueños que usan a sus perros como armas para apartar a la gente. Sería correcto aplicar ello en sus casas, pero no en las veredas o parques, que son de todos. Y estas personas, los dueños, piensan que los que se acercan a sus perros son culpables, los han provocado o sabe Dios qué cosa.


El Fanatismo Ciega 


El problema es el fanatismo. Los defensores de los animales son como las feministas. Sus posiciones ultras hacen que la gente sensata tome distancia. Una cosa es defender a los animales, otra cosa es animalizarse en defensa de estos y atacar a los humanos o hacerse de la vista gorda. A menudo en las redes sociales cuelgan fotos de toreros ensartados en los cuernos de algún toro y ellos lo celebran como victoria. Esa pérdida de límites es lo irracional. Puede disgustarnos lo que hace un torero pero celebrar sus heridas o su muerte es tan salvaje y cruel como el mismo torero al que condenan. Defender a los perros está bien, hacerse de la vista gorda cuando uno de ellos arranca la mejilla de alguien es enfermizo.

Cada vez que alguien nos venga con la historia de que ama a los animales, primero hay que hacerle un test de amor a los seres humanos. Hay mucho resentido y resentida que oculta sus frustraciones y sus odios en un supuesto amor a los animales.    

San Isidro, 01 de julio del 2015

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