martes, 19 de agosto de 2014

Robin Williams In Memorian

En estos días ha fallecido el actor Robin Williams. Dicen que se ha suicidado. Su esposa explicó que le había sido detectado un caso de Parkinson. Es lo que hay oficialmente. Han salido a luz algunas imágenes que serían las últimas en vida del actor. Se le ve sonriente y sin planes de suicidio participando de una muestra de pintura.

Para nuestra  generación Williams fue un icono. Lo vimos en La Sociedad de Los Poetas Muertos, sin comprender muy bien de qué iba la película. Era algo idealista, un poco soñadora, llena de mensajes bonitos que por entonces no entendíamos del todo. Con los años Williams continuó haciendo papeles extraños, que parecían escritos exclusivamente para él.

¿Cómo pudo vivir tanto? 

Ahora me pregunto ¿cómo pudo vivir tanto?  A nosotros hoy en día nos cuesta mucho asumirnos como somos. Vivimos cubiertos de máscaras. Me refiero, nadie se atreve a ir por allí dejando “pastillas para el alma.” El último fue Ricardo Belmont y ya sabemos cómo acabó. Combatido, perseguido, aislado, ridiculizado por adversarios y traicionado por amigos y gente a la que sacó del anonimato. Decir la verdad de uno es difícil; más difícil es decir lo que se piensa. Cuando se dice lo que se piensa, los que no se atreven al mismo acto de valor, se aglutinan para reprobarte. Es como si ese acto de valor los denunciara, los dejara en evidencia, los desnudara en su pequeñez humana, en la cobardía de no llamar a las cosas por su nombre y exponer los sentimientos a corazón abierto.

Robin Williams hacía todo eso. En la Sociedad de Los Poetas Muertos saca  a sus alumnos del aula,  los lleva al patio y los hace andar mientras les dice “Sus convicciones son  únicas aunque a otros les parezcan raras o inaceptables”. Ya no se enseña esto en los colegios. El idealismo, el perseguir un imposible, la ética, le rebeldía, todo ello ha sido desterrado de aulas en las que se enseña seguridades, técnicas, estrategias para que nada cambie, para que todo vaya al ganar o ganar siguiendo un guión correcto o aparentemente correcto. En la misma película, un poco más adelante, Williams les dice a sus alumnos “Hagan de su vida algo extraordinario”. ¿Tenemos vidas extraordinarias? ¿Hacemos cosas extraordinarias? ¿Buscamos una vida de leyenda o perseguimos una vida de placer hedonista y glamour? Desde hace años los valores que nos rigen y las metas que nos planteamos como humanidad entera, es aparecer de manera regia en el Facebook. Cero problemas, cero conflicto, comiendo en el restaurante de moda, el más caro; o de viaje por Luxor o Myanmar, el sitio más exótico. Ese es nuestro sueño hoy en día. Sueño, porque la verdad es que todo es cada vez más una porquería.

Última aparición de Robin Williams

¿Quién Mató a Robin Williams?

Robin Willimas no se suicidó. A Robin Williams lo matamos entre muchos. El quería cambiar el mundo con ideas y palabras y nosotros éramos sus ayudantes, los que debimos trepar la carpeta. Lo traicionamos, lo dejamos solo, lo abandonamos con sus palabras y hoy estamos solos nosotros. El dedicó su vida a cambiarnos y motivarnos y en estos tiempos eso es imposible. Nosotros le fallamos, es cierto, hay que asumirlo, le fallamos en la práctica y en sentido figurado. 

Pero a él lo mató la verdad del día a día de hoy, contra el que no podía luchar. Lo mataron los Obama que envían drones asesinos a matar gente sin juicio, como si EEUU fuera una nación de sicarios sin ley. Lo han asesinado los bombardeos recientes de EEUU en Irak, de nuevo metiéndose en una pelea que no es suya. Lo ha asesinado la Masacre de Gaza, con sus cientos de niños muertos absurdamente y los miles de heridos y barrios destruidos. Lo ha asesinado la guerra de Siria, la guerra de Crimea, los negros muertos en las aguas del mediterráneo cuando luchaban por alcanzar el suelo de Europa.

Toda esa realidad que no podía cambiar ni negar y la soledad en que había caído su mensaje, han terminado, creo yo, por matar a Robin Williams.

Esa realidad seguirá matando gente de carne y hueso si no hacemos algo. Ha ocurrido antes, es cierto. Lo nuevo es que hoy están matando el espíritu humano. Ninguna oposición parece posible. Ningún discurso altera esa realidad. Los ejércitos y los intereses de los poderosos de la tierra han llegado para enseñorearse. Desde esa óptica Robin Williams no tenía un lugar. Por eso se ha ido. Pero las preguntas siguen vigentes ¿Buscamos hacer de nuestras vidas algo extraordinario? ¿O buscamos pasar piola, cumplir? ¿Es que la vida es eso? ¿El auto, la casa? ¿Tú que opinas? ¿Contribuimos a hacer del mundo un lugar mejor? ¿Le fallamos a Robin Williams sin darnos cuenta?

Pueblo Libre, 17 de agosto del 2014


domingo, 3 de agosto de 2014

Dos amigas, dos historias, dos egos colosales: Parte II

Historia N° 2: Milagros


A Milagros la conozco hace 8 meses.  Ha vivido en Europa por más de 10 años. Regresó al Perú para siempre hace un tiempo y es de una sensualidad arrolladora. Tiene dos pequeños sin problemas y un matrimonio en problemas. En Facebook, donde ingresa para hacer hora, los admiradores le nacen como los hongos debajo de las piedras, a borbotones. Doy fe de ello. Hay de todo. Los tontos, los vivos, los pícaros, los vampiros. Como estamos en los mismos grupos, veo a sus admiradores y leo los mensajes que ellos le envían en el grupo solicitando su amistad. Hay la mar de tonterías que dicen para hacerse los simpáticos, los amiguitos buenos. Ella los lee, los filtra, los pone en lista de espera. Eventualmente los acepta como contactos. Antes de ser aceptados ellos esperan algo, no les queda otra, no saben muy bien qué pasa con sus solicitudes de amistad. No lo tienen claro. En cambio  yo diría que ella tiene muy claro lo que quiere, y no quiere nada. Así de simple.

A excepción de un tal Talavera. No digo que ella le haya creído, pero le aceptó la amistad y más. Yo le advertí: “Cuidado”. No me hizo ningún caso, y hasta fue mejor para mí. No fue mala onda de mi parte, es que tan luego le vi la foto el tipo me cayó mal. No que digo, la encarnación del satisfecho, del haragán que busca que los demás le rindan pleitesía, el ególatra. Un pelmazo. Escuché a Milagros y luego le dije, Este caballero se ha inventado un personaje, cuídate, los conozco bien y éste no es capaz de amar a nadie. Lo dicho, ella no me hizo caso y lo metió en la lista de “amigos”. Fue la clásica, un tiempo de bla bla y luego dar el zarpazo. Pues bien, el tipo quiso conocer a Milagros en persona, presionó fuertemente en ese sentido. Conocerla en Trujillo, de donde es ella, o en Lima, donde vive él. Milagros se negó y él se molesto de mala manera. Rompieron el contacto. El personaje que él había creado era amante de la pintura, gran conocedor, difusor cultural, romántico y buen cantante. Ya sabemos, era el premio gordo de la Tinka
.
Hace unas horas Milagros abrió un mensaje privado que él le había enviado tras la ruptura. En él, Talavera le decía a Milagros que es una cobarde. Si, cobarde. Porque no se había atrevido a conocerlo. Después le ha dicho malcriada por no saludarlo en el grupo, como si ella le debiera rendir pleitesía. Y se ha pasado las horas dando like a todo mundo menos a Milagros.

Me extraña un poco el ego. Es un tipo bastante mayorcito (fácil 40 años) para jugar al novio abandonado y despechado. Pero lo hace. Lo diré de nuevo, es un ego colosal que se crea alguna gente que los lleva a pensar que nadie los debe rechazar. No importa eso sino lo agresivo que se ponen con las damas, su carencia de perspectiva, de límites, hasta de decencia. Cuando él le dice a Milagros que es una cobarde, no sólo olvida que ella es mujer, olvida que es madre de dos niños. El cobarde es él. Cuando le dice que es cobarde por no haberse atrevido a conocerlo, ignora que a través de esa frase  Milagros logra conocer mejor  a la persona con la que había tratado varias semanas. Digo bien, a la persona, ya no al personaje de ficción que él creo, sino al auténtico tipo que vivió oculto. Como ella dice, algunos tienen que aprender que no todas las mujeres son iguales. Y es que el quiso seducirla con lo típico, llevarla a comer, al Karaoke, hacerse el interesante, el mágico, el platudo. Eso no funciona con Milagros y esto lo enfurece a él.


Entre éste Talavera y el novio de la amiga de Maité (historia n° 1) hay un denominador común: una falsa superioridad por sobre los otros, que es producto de un ego colosal que tiene mucho de materialismo y poco de espiritualismo. Una falsa superioridad que ha invadido las relaciones sociales haciendo invivible la atmósfera. Las relaciones son más bien una guerra o un campeonato de hipocresías.  Estos egos colosales exigen sumisión, pleitesía, abdicación de los demás, y como dije antes, si son mujeres, doble sumisión, pleitesía, abdicación. Esta es una de las cosas que es indispensable y urgente cambiar. Y es también sólo un tema de educación. Aunque ninguna dama merece ser tratada como estos tipos las tratan, yo diría, Que lo hagan con quién quieran, no con las personas que estimo, valoro y quiero. No con Milagros,  no con Maité. Que sus madres los aguanten “Egos colosales” .

PD: los nombres han sido cambiados

Pueblo Libre, 03 de agosto del 2014