martes, 20 de noviembre de 2012

Susana Villarán: Como la Cal para la Arena


La alcaldesa de Lima irá a un proceso de revocación cuyo resultado es hoy tan impredecible como el fin del mundo Maya.  Un proceso de revocación que es una vergüenza en sí mismo, plagado de turbiedades y dineros sucios. Pero todo esto no hubiera sido posible sin la ayuda inestimable que la alcaldesa de Lima ha dado a sus revocadores como si de una víctima del síndrome de Estocolmo se tratara.

Días atrás, convocada ya la revocatoria, Susana Villarán ha dicho que va construir unos “Skate Park”. Es decir unos parques del Skate Board. ¿Quién se los pidió? Ve tú a saber. Quizás algún nieto o sobrino deseoso de desafiar la gravedad. La encuesta del 18 de noviembre del Comercio, en cuyas  cifras no creo, pero vigilo preventivamente, dice que la desaprobación a Villarán es más alta en los sectores socioeconómicos C-D-E. Precisamente aquellos sectores a los que los “skate park” ni llegan ni importan nada, y que son los sectores que Susana dice representar presentándose como de izquierda. Háganos un favor doña Susana, no se diga de izquierda, usted no lo es.

"Así de dificil!...¿Sonreirá última?
Desde la derecha peruana nos decían que Susana Villarán era Caperucita Roja, pretendiendo asustar timoratos con el cuento de la comunista comeniños. Yo la veo más como una Cenicienta o una Blancanieves, porque no de otra manera se entiende que haya pedido licencia en su partido para gobernar Lima. Como si su partido, ahora desaparecido del JNE, hubiera tenido muchos y buenos líderes que la suplan y lleven a Fuerza Social hacia adelante. Haya de la Torre podía marchar al destierro o al asilo por 5 años porque tenía segundos de primer nivel, pero doña Susana no teniéndolos optó por descabezar a su agrupación, cuando ésta más la necesitaba. Hoy que ella necesita al partido, éste deberá renacer de las cenizas.

Es sintomático que en todo este tiempo, de allí lo de Blancanieves, Susana Villarán no haya tenido un solo pronunciamiento o acción que nos permita decir “Izquierda, he allí a tu Susana; Susana, he allí a tu izquierda”. Ni los temas ambientales, ni los humanos o sociales o económicos, nos permiten decir eso. Acaso la honestidad si sea de izquierda, pero no basta. Susana Villarán parece pensar que la única forma de llegar es por la derecha, destiñéndose completamente, cambiando el rojo por el verde, sin hacer jamás ideología, sonriendo al enemigo, con pequeñas cositas como cerrar la Av. Arequipa para los paseanderos de San Isidro y Miraflores. Olvida la alcaldesa que los sectores que la llevaron al gobierno de Lima eran mayoritariamente de izquierda. Los votantes de derecha volvieron con Lourdes Flores a última hora, o estaban espantados con aquello de que enseñaría marxismo en las escuelas, o de que era chavista y hasta socia de sendero luminoso. 

Alfonso Barrantes, tenía un indeclinable perfil izquierdista y se mantuvo tercamente activista durante todo su gobierno limeño. Susana  Villarán es lo mejor que le ha podido pasar a la derecha bruta y achorada, es la arena para esa cal. Es una izquierdista que no activa, que no hace obra con los más pobres y la que hace no la comunica porque cree que dirige una ONG; que se muere por pasar por el aro de la derecha, que muestra credenciales de chica que se porta bien, que no responde agravios ni zamba canuta nunca jamás. No tiene los modales de un Ricardo Letts, un Javier Diez Canseco, ni siquiera es un Carlos Tapia domesticado. Ignora que a la gente le gustan los líderes con perfil, que se fajen, que se peleen cuando es necesario, que hagan ideología sin acobardamientos pero sin fanatismo, con modernidad verdadera.

Sin embargo, esta Susana Villarán que es tan mala izquierdista, ha sido una buena noticia para Lima: es honesta, una ave rara y por eso no es de derecha. Si logra terminar de ordenar la parada y ordena el transporte limeño, tarea descomunal con mil intereses que se le opondrán y que sus antecesores varones jamás hicieron, la ciudad deberá ir pensando en tener ya no una sino dos avenidas Villarán: la que ya existe de Manuel Villarán, y la futura por Susana Villarán. Esta en manos de esta buena señora la posibilidad de reconstruirse y darnos una Lima moderna y ordenada. Sin ella, esa posibilidad se esfumaría en manos de los sicarios políticos de siempre. 

Pueblo Libre, 18 de noviembre del 2012
 

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