martes, 3 de julio de 2012

Colegio Nacional de San Juan toma las calles de Trujillo


Es el amanecer del 24 de junio y el doctor Fernando Medina Chiclote, levanta con esfuerzo su macondiana y cansada figura; viste el terno de gala, la corbata, la cristina. En pocas horas andará algo más de cien metros. Podría seguir descansando porque es domingo, lo merece; pero tiene un compromiso consigo mismo y con el Colegio Nacional de San Juan y no faltará aunque haya cumplido 103 años ya y esos cien metros sean para él como una maratón de 42 kilómetros para un atleta.

Colegio Nacional de San Juan es desfile de aniversario
Fernando Medina Chiclote, el sanjuanista más antiguo
En otros rincones de la ciudad, un médico, un ingeniero, un empresario, un abogado, un empleado, un jubilado, se levantan muy temprano; visten sus ropas respectivas y se van a ser flagelados cuatro o más horas, bajo el tórrido sol del norte. Sin diferencias, no importa la profesión o el oficio, están reunidos junto a dos mil otros hombres que han renunciado a las atenciones que les prodigan en otros ámbitos. Hoy no son el “Doctor Fulano”, hoy son Pepe, Juan Lucho, como en años juveniles. Una multitud  ansiosa se aglomera para verlos pasar.

A las 9 de esa mañana las pistas de la plaza de armas de Trujillo son un mar de cristinas amarillas coronando las testas de las gentes. Es el aniversario 158 del Colegio San Juan, que ha tomado las calles de Trujillo. En el centro de la plaza de armas se suceden los discursos de rigor; como fondo una banda resuena. Don Fernando Medina, único sobreviviente de la Promoción 1928, descansa en una silla, y dos mil hombres mayores conversan recordando historias pasadas. Asombra  la elegancia, la organización, una mística en los ojos. Todos llevan alguna prenda amarilla, una cristina, un chaleco, una chompa o apenas un borde amarillo en un chaleco negro. En el atrio de la catedral un hombre ensaya los pasos de marcha mientras con ambos brazos sostiene un estandarte. Es una cosa rara esto de amar a un colegio. Ellos lo dicen: no esperamos que nadie nos entienda.

Colegio Nacional de San Juan marcha en Trujillo
Mística canaria y compromiso
 El desfile empieza con colegios anónimos, hay bandas, aplausos, madres emocionadas fotografiando a sus párvulos. Son los actos preliminares que se trepan al evento principal en busca de fama. En un momento , sin permiso de nadie ni aviso, irrumpe en el aire el sonido de las trompetas de la banda de estudiantes del San Juan. Entonces la gente, se agolpa, estira el cuello, levantan al aire las cámaras y todo se vuelve un loquerío: vienen marchando los jóvenes músicos que acompañarán el paso de los batallones de estudiantes. Hoy son niños de los años menores: marchan con seriedad y gallardía de hombres grandes. Los 150 metros o más de desfile están copados de gente que empuja y estrecha el sendero.


Desfile aniversario del Colegio Nacional de San Juan
Batallón de sanjuanistas de hoy, mística de siempre
 Este colegio soportó la Guerra del Pacífico. De hecho, los jóvenes estudiantes de entonces salieron de las aulas a luchar esa guerra. Quizás de allí viene la mística, el convencimiento en la mirada de los hombres y los niños vestidos de amarillo. Otros espíritus los alimentan, un fuego eterno, algo que no muere jamás. El colegio también soportó la llamada Revolución de Trujillo en donde otra vez estos jóvenes irrigaron con su sangre el árbol sagrado de la libertad. Todo eso lo vivió don Fernando Medina, que ya ha abierto el desfile de ex alumnos como el hombre más antiguo de todos. Camina con pasos de 20 centímetros desplazándose entre las miradas de admiración de la gente que le testimonia su cariño con aplausos y sonrisas. El, que ha vivido tanto, se emociona, detiene el paso, levanta un brazo saludando a la gente y en su mirar cansado una lágrima de hombre pugna por salir. Lo acompañan dos nietos, uno a cada lado, ya son sanjuanistas de corazón. Don Fernando camina vitoreado ante la banda de ex alumnos que ha ocupado su lugar y suena como un ejército de vencedores.


El Batallón del colegio San Juan en la guerra con Chile
En los siguientes minutos desfilan las promociones, desde 1944 hasta 2011 y las dos más antiguas: 1928 y 1932. Emociona ver el compromiso de estos hombres que pasan vestidos de amarillo en su mayoría, pero también de blanco y plomo algunos. Se ha visto un ranger y una escolta completa vestida de uniforme Caqui. Luego de pasar, las promociones más jóvenes aplauden a las promociones más antiguas; es emocionante ver cómo se alientan y dan vivas unos a otros, animándose a continuar; entre todos estos no hay más diferencia que la edad; la mística, el compromiso, el orgullo y la sencillez, son las mismas.


Colegio Nacional San Juan: Promoción Bodas de oro del 2012
Promoción 62 Bodas de Oro
Cuando la plaza se queda vacía los hombres siguen marchando en las calles aledañas. Nadie más que ellos lo saben, que en las calles los sanjuanistas nunca rompen filas; por eso marchan al compas de la marcha Tupac Amaru hasta ingresar al claustro de Independencia. Allí sí la emoción se desborda bajo los arcos centenarios que miran con historia a esos extraños hombres alegres como niños. Hay gritos y hurras; los hombres se abrazan aunque no se conozcan, algunos saludan a los queridos maestros retirados que han venido a eso, a ser saludados; hay vivas por doquier y en instante sublime se canta la marcha sanjuanistamás fuerte que nunca. Es un canto raro que se acompaña con un silbido, un canto que hace que nadie más comprenda el porqué esos hombres lo cantan como lo cantan. Como si quisieran morirse entonándolo. 


Amarillo canario toma las calles
El viejo claustro de Independencia es el principio y fin de todo. Allí estuvieron César Vallejo y Ciro Alegría. Esos hombres que hoy han marchado, por años no pudieron recorrer sus aulas y sus veredas. Hasta alguien les dijo en los ochentas que jamás regresarían. Por eso ese claustro que destruyó un incendio en 1975, es la tierra prometida, la Jerusalén liberada, la Meca, la Medina, el Machupicchu del sanjuanismo vivo, el lugar que quieren conocer los que no lo conocieron y al que todos quieren volver. Es sólo amor a un colegio, algo inexplicable, ellos lo dicen, nosotros lo decimos, no esperamos que nadie nos entienda ni falta que nos hace. Nos basta con ser los mejores y que todos lo sepan.




Pueblo Libre, 01 de julio del 2012

3 comentarios:

  1. Fiel sentimiento de un sanjuanismo vivo que se acrecienta con el tiempo. Trujillo lo siente y el 24 de Junio, asi como el 23 de Agosto de cada ano representan una fiesta civica en la comunidad civil de nuestra ciudad. Gracias canario,, por Dios y la Patria!!

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    1. Gracias a ese colegio que sigue enseñándonos tanto. Pisar sus claustros es impregnarse de los espíritus de grandes hombres que hicieron la patria. Por Dios u por la Patria, !!Seremos!!

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  2. Bruno Campana Valderrama10 de julio de 2012, 19:46

    Gracias por este artículo que nos ayuda a entender lo que pensamos de San Juan, lo que sentimos por él. Yo también siento una mezcla de pasión, amor y admiración hacia nuestro colegio que a veces pensaba que era algo enfermiso!!! Ahora entiendo que los sanjuanistas de corazón compartimos ese mismo sentimiento que creo que no es más que el embrujo de su historia y tradición. Muchas gracias por tus palabras, ellas nos aclaran ese raro sentimiento de amar a un colegio, y claro, no es cualquier colegio, es San Juan del Perú!!! SAN JUAN ARRIBA, ESE ES EL GRITO, QUE ETERNAMENTE VIBRARA...SAN JUAN!!!

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