domingo, 19 de junio de 2011

¿Vuelven los 80?


                  Parece que sí. Lo que me temía esta ocurriendo. Estoy trepado en una coaster limeña, este transporte público  incómodo y poco saludable donde los asientos te aplastan contra el suelo, pues  no son de poco más de 90 grados de inclinación, sino de menos de 90 grados, imaginaros eso (el pecho aproximándose a las piernas) y el conductor conduce pegado a la acera derecha rogando que ingresen más masoquistas, demorando todo lo que le da la vida, como si la tuviera infinita, la vida. En la radio irrumpe Boy George entonando Do you really want to hurt meNo es que su música me haya gustado mucho en su época, pero sonó tan bien es este momento preciso, sonó a música…Y en los siguientes días en situaciones y vehículos similares he vuelto a encontrar conductores con gustos análogos, escuchando canciones cuyas melodías conozco pero a cuyos interpretes desconozco, y otros los tengo muy presentes, como The Police, Madona, U2, Guns N’ Roses, Cindy Lauper y unos 200 más. Igual son reconocibles todos y me pregunto qué está ocurriendo, de dónde y cómo esta súbita cultura musical, este buen gusto artístico de los conductores limeños tan adictos a la bazofia, acaso una señal de los tiempos, del doomsday, y sólo puedo pensar sí, está ocurriendo.

River, rock en inglés, interpretada por Springsteen y Sting. Simplemente fabulosos


                 Cuando a fines del 2009 pude ver enormes colas de enlutados y ordenados fanáticos metaleros que rodeaban todo el estadio de San Marcos para oír a Metallica me dije que algo podía ocurrir. Y cuando tiempo después vi como desde el otro lado de la ciudad los pitucos se venían montados en sus 4 x4 para escuchar a Bon Jovi, me dije que era la única manera en que ellos podrían ingresar a San Marcos y confirmé que las cosas mejoraban, como que la música integraba clases y democratizaba. Cuando hace un mes apareció con 40 años de tardanza pero vital y músico, Paul McCartney, seguí creyendo que lo mejor que podría ocurrir era que este viento conciertero sirviera para que los chicos de hoy conocieran ritmos diferentes y se enteraran de que había luz al final de su túnel acústico. Jamás imaginé, debo admitirlo, que los microbuseros cambiarían sus gustos y dejarían atrás a la malhadada tecnocumbia, culpable de sabe Dios cuántos derrames cerebrales, y dejaran también atrás a la sobrevalorada Salsa, y se auparan a los ritmos musicales de los 80, que en su momento nos parecieron tan menoscabados, tan llanos; pero que después de todo lo sufrido desde fines de los 90, que duda cabe que aquellos años 80, musicalmente fueron los mejores. La música reberbera y el arte es posible hasta para quienes no somos artistas, porque escuchar es un arte cuando la música es buena. Y que así como el rock en inglés, retornen también, Soda Estéreo, Los Prisioneros, Los Enanitos Verdes, Mecano, y todos los grupos que hicieron nuestra niñez y juventud. Los chicos de hoy también la disfrutan. Así hasta el viaje en Couster es soportable.

De Música Ligera, Soda Stereo, el rock castellano


Pueblo Libre, 19 de junio del 2,011

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